El colectivo vuelve a demandar una Atención Primaria de calidad para los pueblos, ante las “nuevas” y reiteradas promesas políticas en relación a la sanidad rural.
Consideramos que la telemedicina como forma de acercamiento al paciente degrada la calidad de la Atención Primaria de forma alarmante. El examen o la exploración física son imprescindibles en el diagnóstico clínico, incluyendo aspectos como la inspección, la palpación, la auscultación y la percusión, que no se pueden llevar a cabo con un paciente a distancia. La incorrecta toma de estas variantes puede derivar en diagnósticos erróneos que ponen en peligro la vida de las personas, como ya se ha hecho patente con campañas previas como la de #PorTelefonoNoSeCura
La telemedicina en ningún caso puede ser la base del diagnóstico, aunque pueda ser útil para el intercambio de información entre profesionales sanitarios o comunicaciones puntuales con los pacientes. Defendemos que la atención presencial pone en valor tanto la vida de las personas como la relevancia de la profesión médica, de enfermería y otras, subrayando así la importancia de su experiencia en el trato con los pacientes y los valores de la Atención Primaria, de cercanía, de confianza entre médico y paciente, de longitudinalidad, etc.
Nos oponemos al uso de la telemedicina como base de la Atención Primaria no sólo en el medio rural, sino también en el urbano, porque consideramos que vulnera el derecho a la salud de las personas. Aunque la sanidad se está utilizando en campaña como arma arrojadiza y elemento de confrontación entre las ciudades y los pequeños pueblos, advertimos de que la telemedicina tan sólo nos lleva por el camino a la privatización de la sanidad pública y a convertir a los profesionales sanitarios en un call center sanitario.
Ante esta desoladora situación, desde Sanidad Rural nos vemos obligados a volver a la carga, utilizando el humor como forma de denuncia, esta vez lanzando dos nuevos vídeos cortos en los que mostramos algunas de las desventajas de implementar el modelo de la telemedicina en las zonas rurales. Asimismo, animamos a los profesionales del periodismo a que documenten los fondos que se están invirtiendo en la implementación de salas de videoconferencias, las empresas adjudicatarias y a abrir un debate social acerca de la conveniencia de emplear esos recursos económicos en cubrir las exiguas plantillas y mejorar su estabilidad.
Nos encontramos en una situación de desamparo. Después de la pandemia, a los pueblos nos obligan a elegir entre hacer videollamadas con nuestro médico de cabecera o tener los consultorios completamente cerrados. Como en Monumenta de Sayago (Zamora) que, tras el éxito mediático de su contador (empleado para denunciar el número de días sin médico), se puso consulta una vez al mes, no para tratar de mejorar la atención, sino para intentar silenciar a aquellos que denuncian una situación injusta. En 681 días, tan sólo se ha pasado consulta una vez. Si esta es la solución que proponen a la supuesta falta de médicos, es que no tenemos buenos gestores.
Y para conseguir nuestras demandas hemos creado una campaña en Change.org que ya cuenta con más de 41.000 firmas: https://www.change.org/SanidadRural
